Barrios piden resolver el lío en la Alcaldía de Quito
La semana en Quito empezó con las calles de acceso a la Plaza Grande, en el Centro Histórico, cercadas con vallas y con unos 200 efectivos. Según la Policía, la razón fue garantizar la seguridad del sector debido a las manifestaciones anunciadas.
El relajo se debe a que no se sabe qué mismo con la tutela de la Alcaldía. Por un lado apelan a que Jorge Yunda ya fue ratificado por la Corte Provincial. Por otro, que el Tribunal Contencioso Electoral dio paso a Santiago Guarderas. Al final, parece que todo volverá a discusión legal en la Corte Constitucional...
En definitiva, Yunda ya está de nuevo en funciones. Ayer, 2 de agosto del 2021, hasta hubo sesión en el Concejo.
Y entre que son peras o son manzanas, la inestabilidad se siente en el avance en los barrios y otras actividades de la comunidad. Esto pese a que sí se han inaugurado obras por parte del Municipio de Quito.
Johnny Núñez, coordinador de la Asamblea Ciudadana del Centro Histórico, habla de dos tipos de afectaciones en el caso de la zona patrimonial.
Por un lado, está la movilidad. Cada vez que hay protestas o acciones de respaldo a cualquiera de los frentes se restringe el paso, lo que deriva en una tremenda afectación a los negocios. Hasta habla de locales que ya han quebrado por estas cosas.
A su vez, están los procesos que quedan truncos. La comunidad ya no atina a qué quedar. Hay reuniones con equipos del uno, luego con los del otro. Y, dice Núñez, los proyectos no avanzan. Mientras, “las necesidades no paran nunca”.
Carlos Sandoval, presidente del barrio Santa Clara Media, en el norte, comparte que además de afectar al avance de la gestión para los barrios, los líos en el Municipio son una vergüenza para la ciudad.
Una de las complicaciones ha sido el cambio de administradores zonales. Para rematar, desde hace dos semanas, el agua no llega como es debido.
Por su parte, Sandra Moscoso, presidenta del Comité de Seguridad Villa Flora, da cuenta de que para los dirigentes y los sectores como tal, esta situación es una traba para avanzar con la planificación.
Ella pone ejemplos: seguir con la recuperación de espacios públicos, así como arreglo de calles, etc. Todo eso se dificulta.
“Es triste ver que el único perdedor en esta inestabilidad es Quito. Lo más acertado sería que permitan que concluya el trabajo cualquiera de los actores de una manera no política. No paralizar a la ciudad”, dice.
Los jóvenes no se quedan fuera. Desde el Cabildo Juvenil de Quito Alejandro Romero, presidente de la organización, dice clarito que la situación actual del Municipio y sus dependencias es crítica.
En los grupos juveniles y el resto de organizaciones comunitarias afecta, justamente, porque no se sabe quién está liderando y a quién mismo se debe acudir. En las zonales, la historia no es diferente.
Por la falta de gobernabilidad, agrega, hasta faltan los recursos. Por eso desde la agrupación piden que las autoridades vean por la ciudad, no por un cargo. “Hagan un solo equipo y dejen de estar en quién es el Alcalde. Eso es solo un puesto y el trabajo es por Quito. Se necesita mejoras en todos los aspectos”.
Isaac Peñaherrera, de la Red de Gestión Juvenil, apunta a que hay que entender que el cambio constante afecta en todos los frentes. En las administraciones zonales las variaciones de autoridades y equipos técnicos repercuten en procesos que se han vendido gestionado desde hace meses. Por ejemplo, dice, para el Mes de la Juventud (que se celebra en agosto) se han topado con que no hay quién firme los convenios de financiamiento de actividades.
Desde el grupo ya no piden, sino que exigen una estabilidad para que los proyectos en favor de la comunidad no sigan pagando las consecuencias.
