Madurez es lo que falta en Barcelona

Cuando parecía que Barcelona empezaba a tener un rumbo fijo, que sus hinchas empezaban a confiar en el equipo y que la dirigencia había entendido el significado de la palabra proceso, reventó todo.u00a0El Presidente de un club puede decirle al entrenador y a los jugadores lo que quiera, por último es el que paga los sueldos y tiene derecho a reclamar. Pero hay momentos y espacios.u00a0Invadir el camerino con cabeza caliente fue el peor error que pudo cometer Antonio Noboa.u00a0En 10 meses que Luis Zubeldía estuvo al mando del Ídolo del Astillero, empezaba a dejar herencia.u00a0Su equipo no deslumbraba en la cancha, pero al menos peleaba arriba en la tabla.u00a0Un día de estos, los dirigentes de Barcelona (cualquiera que estos sean), van a bajar al camerino en el entretiempo y van a sacar al técnico para poner a otro.u00a0Para dirigir al equipo más popular del país hace falta mucha madurez.u00a0Más artículos de Santiago Guerrero: El fútbol no funciona con viserazosBarcelona está arriba y genera mucho¿Ya dieron el pésame a la familia Calvache?En el Quito deben hacer mea culpaLos amistosos de la FEFDisfruten el feriado, que no hay fútbol