Dinero, un tema que es privado

Hablar de los ingresos ajenos, cuando estos no provienen de fuente pública, es algo de mal gusto. La polémica armada la semana pasada con los premios que recibieron los seleccionados violó mínimos principios de privacidad.Hay que ponerse en los zapatos de los jugadores de la Selección de Ecuador y por un momento pensar: ¿Me gustaría que extraños hablen tan alegremente de lo que gano o dejo de ganar?

Lo que los jugadores obtuvieron y obtendrán de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) es algo de su particular incumbencia. Elevar eso a una suerte de cuestión de Estado o, peor aún, creer que Ecuador jugó mal el Mundial por culpa de eso, es simplista.

A lo mejor aquellos que creen que esto se armó como una suerte de cortina de humo para tapar cosas más graves no se equivocan en lo que piensan.

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