Harta volqueta en Píntag

La cantidad de vehículos pesados se duplicó desde el viernes.Las calles de Píntag nunca antes recibieron a tantas volquetas juntas, como hoy. Los vehículos van y vienen por las vías de cemento de la parroquia que no levantan polvo. Pasan junto a las viviendas, cerca de la plaza, junto a las personas.

En Píntag, donde hay seis canteras, el número de volquetas que acuden a abastecerse de material pétreo se duplicó desde el viernes pasado, luego del cierre temporal de las canteras de San Antonio de Pichincha por la declaratoria de emergencia debido a los sismos.

Jorge Guamán es el encargado de un control vehicular que la Junta Parroquial de la zona tiene al ingreso de las canteras. Debe contabilizar las volquetas, anotar la placa y cobrar USD 3 a cada una por pasar por la vía. Hasta el jueves pasado registraba al día unas 110 y 125 volquetas.

Hoy contabiliza más de 250. El aumento es evidente para los dueños de las canteras. Mariana Vilatuña, de 55 años es propietaria de la cantera Piedras Rojas, desde hace 37 años. La semana pasada, al día despachó unas 12 volquetas.

Ayer, 19 de agosto, hasta el mediodía, había enviado 17. Mariana aclara que es material que tenía almacenado en bodega. Las volquetas llegan una tras otra. María Brito, moradora del lugar, cuenta que hasta el momento no ha generado molestas.

La venta en la zona, comenta, no es buena, pese a que tiene los documentos en regla. Hay varios problemas: la tierra es dura y hay gran cantidad de piedra, por lo que se invierte más, según Mariana.

Prefiere utilizar su maquinaria en desbanques. En San Antonio, donde funcionaban hasta el jueves 45 canteras, la tierra es más suave, dice, lo que abarata el precio del producto.

En el norte del Distrito, una volqueta de ripio cuesta USD 25, mientras que en las canteras de Píntag bordean los USD 45.Redacción Quito (I)

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