Crimen por los parlantes

Las heridas en sus puños revelan la lucha que mantuvo con los cinco sospechosos.Por ahora el crimen de Fernando Cifuentes es un misterio. La víctima, de 37 años, fue abandonada en la cajuela de su auto. A su amigo también lo metieron ahí, pero sobrevivió. Precisamente, él ha aportado con los pocos datos que se conocen hasta el momento. Cifuentes y su compañero salieron el viernes, a eso de las 23:00, de la casa de un conocido que vive en el sector de Caupicho, en el sur de Quito. Esa noche llovía a cántaros y decidieron estacionarse a un costado de la vía.

El carro de mi primo no tenía desempañante y por eso pararon. Mientras esperaban, 5 personas se abalanzaron y les atacaron; eso recuerda el amigo, contó ayer a ÚLTIMAS NOTICIAS Paola Izurrieta, familiar de Cifuentes. El sábado, cuando el sol empezaba a salir, un morador del conjunto Terranova, en el sector de Caupicho, fue el primero que vio el auto y a las dos víctimas.

El automóvil de 'Fercho', como le decían de cariño en la familia, estaba desmantelado. Los desconocidos cortaron los cables del audio y se llevaron los parlantes.

Él amaba la música; era DJ. Tenía tuneado su auto y yo pienso que esa fue la causa por la que los tipos quisieron robarle, decía Izurrieta, como intentando explicar las razones por las que mataron a su primo. Los agentes de la Dirección de Delitos contra la Vida, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) manejan el robo como posible móvil del asesinato. Izurrieta califica a los desconocidos como personas malvadas. No encuentra otro término apropiado para describir la frialdad con la que cometieron el crimen.

Los sospechosos golpearon a Cifuentes hasta la muerte: le amarraron y le patearon en la cabeza, en las piernas y en la cara. También lo estrangularon. El reporte de autopsia fue claro: murió por asfixia...

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