Limpieza de pecados

Monseñores y sacerdotes que han cumplido funciones relevantes fueron los 7 canónigos.Ayer, a las 12:00, la Catedral Metropolitana de Quito fue el escenario del ritual del Arrastre de Caudas, que conmemoró la limpieza de los pecados en la Resurrección de Jesús.El acto fue presidido por monseñor Fausto Gabriel Trávez, arzobispo de Quito, quien a las 12:45 batió una gran bandera negra, fijada con una cruz roja, para transmitir los valores de valentía y de fe en Jesús. El origen de esta ceremonia es remoto: viene del Imperio Romano.

Cuando moría un general de prestigio, en el campo de batalla, el militar que le seguía tomaba una bandera negra y la batía frente a su féretro para recoger los valores de aquel héroe valiente, como la dignidad, la fe en su pueblo y el coraje. Ahora, el gran general de la Iglesia Católica es Jesús.

La iglesia quiteña estaba repleta con cientos de católicos: niños, jóvenes, hombres y mujeres, ancianos, militares, policías, todos en un recogimiento espiritual para contemplar uno de los rituales católicos más antiguos.

Antes del ritual, monseñor Trávez, revestido de cogulla (pequeño manto exterior, en el cuello) y magna capa roja, por el martirio de Jesucristo, estaba concentrado en la sacristía, ese amplio espacio, localizado en el ala derecha de la nave, muy cerca del dorado altar mayor.

Escoltado por cuatro seminaristas, ataviados con 'albas', un traje blanco, que portaban los incensarios y las campanas, monseñor Trávez dijo que sentía alegría por la ceremonia, porque transmitirá fuerza y fe a los católicos.

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