Una rastrera de altura
Esta planta es muy común en jardineras o parterres. Su cultivo es sencillo.La supervinca o vinca es una de las plantas más populares. Es vivaz, rastrera, que tiene unas hojas lanceoladas u ovaladas bicolores (verde y aceituna) y una floración variada, aunque prevalecen los tonos lilas, blancos o azules.
En Quito es común verla en jardineras, arriates y parterres, junto a escanceles, helechos, ficus.
Es una planta que se siembra por rizomas y su cultivo no es difícil, explica Ramón Duicela. El sustrato debe ser una mezcla de tierra negra, cáscara de arroz, abono de hongos y cascajo triturado. El abono debe contener potasio, explica Duicela, pues solo así las hojas mantendrán su gama bicolor y las flores tendrán sus colores más intensos.
El riego se basa en el tiempo. En verano precisará uno diario; en invierno, uno por semana. Nunca debe causar encharcamientos.
Para sembrar
Lo primero que se debe hacer es extraer un rizoma de una planta adulta. Debe escoger una variedad sana, lozana y con las hojas resplandecientes.
Una vez obtenido un buen rizoma hay que limpiarlo muy bien y cortar todas las raicillas y tallitos que se observan en mal estado.
Inmediatamente se llena la maceta con el sustrato bien abonado. Se coloca hasta unos 3 cm debajo del borde del recipiente.
Con un palito se abre un agujero en la tierra. Este debe ser proporcional al tamaño de la planta; es decir, tendrá la abertura precisa para el rizoma.
Antes de enterrar la plantita en el suelo hay que dejarla del tamaño correcto: ni muy grande ni muy chica respecto del macetero.
Finalmente, se entierra la vinca y se procede a consolidar el sustrato. Luego se riega la planta, evitando encharcar el macetero.
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