Zubeldía, el príncipe alterado

La reacción de Luis Zubeldía después del empate ante Emelec es injustificable. Salió al campo de juego a reclamar a sus jugadores por intercambiar camisetas con los rivales a pesar del resultado.Es verdad que después de un partido malo lo mejor es ser humilde, agachar la cabeza y dirigirse al camerino sin decir una palabra, pero ¿increpar a sus jugadores delante de 20 mil personas era lo mejor?, ¿no podía esperar a llegar al vestuario?

Esa reacción solo evidencia el fastidio de Luis Zubeldía por el rendimiento de sus dirigidos y la angustia que eso le genera porque la soga que él mismo se puso en el cuello ya comienza a apretar. El denominado Príncipe pidió cinco partidos antes de que lo despidan y ya desaprovechó el primero.

Lo peor es que el panorama no es bueno porque hace rato que el fútbol de Liga es aburrido, lento y predecible.

Comentarista Santiago Guerrero @sasty7

Más comentarios de Santiago Guerrero:

¿Cómo ha cambiado la historia? La lección de los Rayados del Valle La Tricolor de Rueda no es lo que parece