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El Jefe Eres Tú
21 de mayo de 2018 11:53

Llevar trabajo a casa afecta a su salud mental y física

Imagen referencial. Trastornos gástricos o cardíacos, depresión, etc., son algunas de las consecuencias del exceso laboral. Foto: Pxhere

Imagen referencial. Trastornos gástricos o cardíacos, depresión, etc., son algunas de las consecuencias del exceso laboral. Foto: Pxhere

Redacción El jefe eres tú
(I)

La carga de trabajo es tan fuerte que no termina en el horario asignado y tiene que llevarse tarea para acabarla en su hogar.

Esta es la historia de trabajadores de diferentes áreas en todo el mundo. Las causas son diversas: desorganización en la empresa, que impide que las actividades se realicen en un período determinado; sobrecarga de actividades en pocos trabajadores; mal uso del tiempo por parte de la persona a la cabeza de un grupo o falta de organización del propio empleado.

Sea cual sea la razón, el principal afectado es el trabajador, de manera directa. El daño colateral lo reciben la familia y los amigos.

La misma Organización Mundial del Trabajo (OIT) establece que entre el 2% el 40% de los trabajadores, dependiendo del país, la profesión, el sector y la frecuencia, desarrollan trabajo fuera de la oficina a través de tecnologías de la información, como computadoras, teléfonos, etc.

La entidad explica que cuando estas actividades se hacen permanentes, el impacto para la salud física y mental es constante. Más aún cuando la persona pierde días de descanso, como los fines de semana.

Llevar el trabajo a casa demuestra un pésimo uso del tiempo de oficina y es una manera para aislarse del entorno familiar-amistad.

El estudio denominado ‘El estrés en el trabajo’, de la OIT, revela que los principales efectos de una actividad laboral tensionante, sea en la organización o en la casa, son enfermedades circulatorias y gastrointestinales y otros tipos de trastornos físicos, psicosomáticos y psicosociales.

Estos trastornos, a su vez, pueden producir un rendimiento laboral deficiente, altas tasas de accidentes y lesiones y baja productividad en todos los niveles.

Un estudio publicado en la revista Plos One reveló que los empleados que trabajan más de 11 horas al día son más propensos a sufrir depresión o, al menos, a sentir un profundo desánimo al trabajar.

Esto le sucedió a Andrea, una mujer de 32 años, quien laboraba haciendo investigaciones. Tenía que contestar llamadas y mensajes en la noche o antes de las 07:00, escribir informes los fines de semana y feriados o corregir documentos fuera de la hora. Al año y medio de este ritmo de trabajo perdió totalmente las ganas por seguir realizando la actividad y prefirió un empleo menos remunerado, pero con más calidad de vida dentro y fuera de este.

La denominada “quemazón” es otra de las consecuencias fatales de trabajar todo el tiempo. La afectación puede ser tan grave que la persona, por cansancio, queda imposibilitada para trabajar porque su mente y su cuerpo no tienen más energía.

Quedarse más tiempo en la oficina o trabajar desde casa no siempre es sinónimo de ser más eficiente o comprometido, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Mientras más tiempo trabaja una persona su productividad disminuye.

Consejos

Horario. Empiece su jornada de trabajo temprano y deje de perder el tiempo en redes sociales o conversaciones con colegas. Termine las tareas que le asignen y luego puede realizar otras actividades de distracción.

Tiempo. Las horas de trabajo deben respetarse y de la misma manera las que se pasa fuera de la empresa. No le robe tiempo a ninguno de los dos espacios.

Diálogo. Defina con su jefe las horas en las que puede pedirle cosas de trabajo. Es importante que se establezcan reglas para evitar abusos.

Ejercicio. Las actividades físicas vuelven a la persona más activa y le permiten hacer sus acciones con rapidez.